La piel de los gatos
Marina G, VeterinariaLa piel desempeña un papel esencial en la vida de los gatos. Sin embargo, las agresiones externas pueden debilitar su frágil ecosistema. Cuando esto sucede, la barrera cutánea se daña, la flora microbiana natural se altera y sus defensas se activan, provocando problemas cutáneos.
La barrera cutánea felina, un ecosistema complejo y frágil
La piel desempeña un gran número de funciones importantes en la vida del gato: obviamente, le protege frente a las agresiones externas, pero también es la responsable de llevar a cabo otras funciones. Por ejemplo, regular la temperatura, mantener la humedad, eliminar el exceso de sebo y liberar feromonas, que intervienen tanto en el marcaje territorial como en la comunicación social y sexual. La barrera cutánea es esencial para proteger al organismo frente a alérgenos, bacterias, hongos y todo tipo de agresiones.
La eficiencia de la protección de la barrera cutánea se basa en tres componentes que interactúan entre sí:
- La barrera mecánica de la piel: básicamente células y componentes de la piel que actúan como si fueran una pared de ladrillos y cemento que impide la pérdida de agua y la entrada de sustancias u organismos perjudiciales.
- La barrera cutánea inmunológica: células y moléculas que defienden al organismo contra agentes perjudiciales. Dado que la superficie de la piel está en contacto con el medio externo, el sistema inmunitario es muy activo en ella.
- La barrera cutánea microbiológica: está formada por muchos microorganismos que viven en la superficie de la piel (bacterias, levaduras, etc.). Esta barrera, cuando está equilibrada, proporciona protección contra la invasión de microorganismos patógenos.
Este equilibrio es, no obstante, frágil y merece que se le presten cuidados y atención. Todos los gatos pueden verse afectados por enfermedades dermatológicas y tú, como su familia, eres el primero que puede detectar si algo va mal. Cuando se debilita por las agresiones, el ecosistema de la barrera cutánea se altera y pueden observarse signos de ello en el pelo y la piel del gato.
Si observas alguno de estos signos en la piel o el pelaje de tu amigo peludo, como costras o alopecia, no dudes en ponerte en contacto con tu veterinario.
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