Todo lo que necesitas saber sobre cómo limpiar los oídos a tu perro en casa

Los perros de orejas largas y de algunas razas concretas merecen una mención especial, ya que tienen tendencia a desarrollar otitis y, por lo tanto, pueden necesitar que se les limpien los oídos con más frecuencia. 

Puede ser útil acostumbrar a tu perro a que le toquen las orejas, ya que esto facilitará las cosas si necesita un tratamiento ótico en el futuro.  

Saber más sobre las orejas de los perros

A diferencia de lo que ocurre entre las distintas razas de gatos, las razas de perros pueden ser muy diferentes entre sí, ¡y no solo por su tamaño! Una de las partes anatómicas de los perros con una forma más variable son las orejas. Algunos perros tienen las orejas erguidas y otros, caídas. Algunas, como las de los carlinos, por ejemplo, reciben el nombre de «orejas de botón» por su forma. 

Sin embargo, por diferente que sea su aspecto externo, la anatomía interna del oído es muy similar. 

Conocer la anatomía del oído permite comprender por qué algunos perros son más propensos a sufrir infecciones de oído, por qué presentan determinados signos cuando tienen algún problema en el oído, y qué podemos o NO podemos hacer cuando les limpiamos los oídos. 

Anatomía básica del oído

Vamos a ser un poco técnicos por un momento, para revisar la anatomía básica del oído. 

Hay cinco partes del oído que nos gustaría que conocieras un poco mejor:

 

• El pabellón auricular, o sea, lo que estrictamente hablando constituye lo que solemos llamar oreja, que puede tener diferentes formas según la raza del perro. 
• El canal auditivo, que tiene dos partes (una vertical y otra horizontal) que conforman una L. El pabellón auricular y parte del canal auditivo son la parte visible para nosotros, y reciben el nombre de oído externo. 
• El tímpano (también denominado membrana timpánica) es una estructura delicada que separa el canal auditivo del oído medio. 
• El oído medio, que es donde se localizan las estructuras importantes para la audición. 

 

Las estructuras del oído combinadas tienen un papel importante en la audición, pero también en el equilibrio, debido al sistema vestibular. 

El oído interno, formado por la cóclea o caracol, el órgano de la audición y parte del sistema vestibular, que es responsable del equilibrio. 

¿Qué podemos saber si conocemos la estructura del oído?

• Los perros de orejas largas, caídas y flácidas son propensos a desarrollar infecciones de oído, ya que el pabellón auricular crea un entorno cerrado, sin ventilación y cálido que es favorable para el crecimiento de los microorganismos que normalmente viven en los oídos: bacterias y levaduras. 
• Si tu perro tiene un problema en el oído y empieza a mostrar falta de equilibrio o coordinación, o bien observas que mantiene la cabeza inclinada hacia un lado, es posible que su oído medio y su oído interno también estén afectados. 
• Al limpiar los oídos de los perros, nunca se deben introducir bastoncillos de algodón en el canal auditivo, ya que pueden empujar el cerumen y otra suciedad hacia el interior del oído, lo que, a su vez, puede provocar daños en el tímpano. 

¿Cuándo deberías limpiar los oídos de tu perro?

Limpiar o no limpiar, ¡esa es la cuestión! 

Limpiar los oídos de tu perro cuando sea necesario por razones de higiene puede, de hecho, ayudar a prevenir problemas de oído. 

Además, si acostumbras a tu perro a que le toquen las orejas con regularidad (y desde cachorro, si es posible), será mucho más fácil para ti y para él llevar a cabo cualquier tipo de tratamiento de los oídos que sea necesario en el futuro. 

Dicho esto, ¿con qué frecuencia deberías limpiar los oídos de tu perro? 

Desgraciadamente, la respuesta a esta pregunta no es tan sencilla. La verdad es que depende.  

Si tu perro es propenso a padecer infecciones de oído, tiene las orejas muy peludas, se le ha diagnosticado un problema cutáneo (p. ej., una alergia) o un problema endocrino (p. ej., hipotiroidismo), es posible que necesite una limpieza de oídos con más frecuencia que otros perros. En este caso, consulta con tu veterinario la frecuencia con la que debes limpiar los oídos de tu mascota. 

Si a tu perro le gusta nadar, puede ser una buena idea limpiar y secar sus oídos cuando salga del agua, para evitar que queden húmedos. 

Aunque la limpieza es importante para mantener sanos los oídos de tu mascota, ten en cuenta que el exceso de limpieza puede provocar irritación y una producción excesiva de cerumen, además de ocasionar otros problemas en los oídos. Esto significa que, si tu perro está sano y no ha estado nadando, solo deberías limpiarle los oídos cuando haya un exceso de cerumen. Algunas razas de perros son más propensas a una producción excesiva de cerumen en los oídos; por ejemplo, algunos cócker spaniel tienen un trastorno genético que causa este problema. Otras razas, como la basset hound, pueden experimentar una acumulación excesiva de cerumen debido a la longitud de sus canales auditivos.   

¿Cuándo no deberías limpiar los oídos de tu perro?

No limpies los oídos de tu perro si: 

• Están enrojecidos, le causan dolor o huelen mal. 
• Observas secreción en los oídos, 

• Tu perro se rasca las orejas o sacude la cabeza con frecuencia. 
• Tu perro mantiene la cabeza inclinada hacia un lado o presenta falta de equilibrio. 

Si detectas alguno de estos signos, es probable que tu perro tenga una infección de oído y deberás llevarlo al veterinario antes de nada.  

¿Cómo limpiar los oídos de tu perro?

Si tu perro está acostumbrado a que le toques los oídos, proceder a su limpieza resultará normalmente algo sencillo y rápido, ¡aun cuando pueda ser un engorro! 

A continuación, te mostramos, paso a paso, cómo hacerlo: 

1. Sujeta el pabellón auricular suavemente, pero con firmeza, de manera que tengas acceso al canal auditivo. Antes de continuar, comprueba el aspecto (y el olor) del interior del oído y, si encuentras algún signo de enrojecimiento o secreción, notas un olor fuerte u observas que hay dolor en el oído, detente aquí y solicita una cita para que lo examine un veterinario. 
2. Introduce la punta del frasco de solución limpiadora en el canal auditivo y apriétalo. El perro intentará sacudir la cabeza. Sujeta con firmeza la oreja para evitar que se sacuda en este momento. 
3. Masajea suavemente la base de la oreja para ayudar a que la solución se extienda por el canal y desprenda el cerumen y la suciedad.  
4. Ahora puedes dejarle que sacuda la cabeza. 
5. Utiliza un trozo de algodón alrededor de tu dedo para retirar el exceso de producto y eliminar la suciedad que pueda haber en el canal auditivo y el pabellón auricular. Recuerda: ¡no utilices bastoncillos de algodón para esto! 
6. Repite la operación en el otro oído. 

¿Qué puedes usar para limpiar los oídos de tu perro?

Asegúrate de elegir una solución limpiadora recomendada por el veterinario para limpiar los oídos de tu perro. Los oídos son estructuras muy delicadas y las soluciones caseras pueden ser irritantes o incluso perjudiciales para el perro. 

Un buen producto de limpieza debe ser suave para no irritar la piel, pero también eficaz para eliminar el exceso de cerumen y la suciedad. 

Lo ideal es buscar una solución que tenga una acción hidratante, de modo que ayude a mantener también la barrera cutánea natural del canal auditivo.