Limpiar los oídos de tu gato en casa: por qué, cuándo y cómo

Es posible que nunca te hayas planteado limpiar los oídos de tu gato, o quizás ya lo hagas con regularidad o tu veterinario te haya aconsejado que empieces a hacerlo. La limpieza de los oídos puede ser necesaria dentro de una pauta de tratamiento para diversos trastornos médicos de los oídos. 

Puede ser complicado saber cómo y cuándo limpiar los oídos, qué utilizar y por dónde empezar. Aquí tienes una guía práctica con todo lo que necesitas saber.  

Todo acerca de los oídos de los gatos

Anatomía del oído del gato

Lo que llamamos oído es, en realidad, un conjunto de estructuras delicadas que funcionan juntas; solo algunas son visibles desde el exterior. Así pues, ¿qué es lo que realmente compone el oído en su conjunto? 

• El pabellón auricular, que es la parte vertical y triangular de cartílago (lo que conocemos como oreja) y está cubierta por una piel muy delicada. 
• El conducto auditivo, que es la parte abierta que desciende hacia el tímpano. Tiene forma de L, por lo que solo se ve el conducto vertical que desciende desde el exterior. La parte horizontal y el tímpano solo los puede examinar el veterinario con un instrumento llamado «otoscopio». 
• La membrana timpánica, o tímpano, que es una fina membrana que separa las estructuras externas del oído de las partes medias e internas. 
• El oído medio, que es donde se encuentran los delicados huesecillos auditivos, esenciales para la audición. 
• El oído interno, que se sitúa en la parte más profunda del oído y alberga parte del sistema vestibular (que interviene en el equilibrio) y la cóclea, el órgano de la audición. 

¿Por qué es importante saber algo sobre el oído?

Comprender la complicada anatomía del oído nos ayuda a entender por qué las infecciones de este órgano (otitis) rara vez son sencillas y por qué los gatos muestran ciertos síntomas como consecuencia de una enfermedad del oído. Si tu gato presenta falta de equilibrio o coordinación, o bien si observas que mantiene la cabeza inclinada hacia un lado, es posible que su oído medio y su oído interno estén afectados. 

Al conocer la anatomía, seremos conscientes de que no basta con mirar el exterior del oído para saber lo que ocurre en su interior. Por otra parte, también sabremos qué partes del oído se pueden limpiar.  

La secreción de cerumen puede acumularse en el canal auditivo y en el pabellón auricular. Si está indicado, esta secreción puede limpiarse cuidadosamente para mantener el canal auditivo abierto y limpio. Las bacterias proliferan en condiciones de humedad, suciedad, oscuridad y falta de oxígeno, por lo que mantener el conducto auditivo limpio puede reducir la probabilidad de infección. El tímpano separa el canal auditivo del oído medio y el oído interno, que nunca se limpian, por lo que no se debe limpiar si se sospecha que el tímpano puede estar roto. Al limpiar los oídos de los gatos, nunca se deben introducir bastoncillos de algodón en el canal auditivo, ya que pueden empujar el cerumen y otra suciedad hacia el interior del oído, lo que, a su vez, puede provocar daños en el tímpano.   

Por regla general, es muy buena idea que acostumbres a tu gato a que le manipulen y examinen las orejas regularmente en casa. Además, de esta forma aprenderás a diferenciar lo que es normal y podrás detectar los problemas antes.  

¿Cuándo deberías limpiar los oídos de tu gato?

Muchos gatos no requieren limpiezas rutinarias de los oídos. En la mayoría de los casos, en los oídos de los gatos se producen cantidades normales de cera y existen sistemas de autorregulación que permiten mantener una higiene excelente. No obstante, algunos gatos necesitarán que se les limpien los oídos, debido a una tendencia a producir cera en exceso o a una secreción amarillenta en los oídos. Entre las causas más comunes de la secreción auricular se incluyen: 

• Infestaciones por ácaros de los oídos 
• Infecciones de oído (otitis) 
• Crecimiento de una masa en el oído (las más habituales son los pólipos) 

En cualquier caso, si detectas una secreción ceruminosa en los oídos de tu gato, te instamos a buscar atención veterinaria, ya que esto precisará algo más que una simple limpieza. 

 

Si notas que tu gato parece perder el equilibrio o tambalearse, mantiene la cabeza inclinada hacia un lado o camina en círculos, no le limpies las orejas y acude a tu veterinario, porque la causa puede ser un problema en el oído medio. 

¿Cómo limpiar los oídos de tu gato?

Según el carácter de tu gato, puede que la tarea de limpiarle los oídos te cause cierta aprensión. Acostumbrar a tu gato a que le toquen las orejas puede ser muy beneficioso si vas a limpiarlas. Una manipulación suave y frecuente, con golosinas que la conviertan en una experiencia positiva para el gato, puede ser muy útil para acostumbrarlo a este tipo de procedimientos.  

A continuación, te presentamos una guía práctica para limpiar las orejas de tu gato: 

1. Procura tenerlo todo preparado antes de empezar: limpiador de oídos, algodón, golosinas para gatos y guantes (si quieres usarlos). 

1. Sujeta a tu gato adecuadamente. Puede ser útil subirlo a una mesa para poder sujetarlo contra ti cómodamente. Colócalo de espaldas a ti, con su cuerpo contra el tuyo para que no se mueva. Dale una golosina, si la acepta.  

1. Con una mano, sujeta el pabellón auricular con suavidad para ver la entrada del canal auditivo.  

1. Agita el líquido limpiador. Coloca la boquilla del limpiador a la altura de la entrada del canal y aprieta con firmeza. Tu gato puede reaccionar, pero intenta mantenerlo quieto y, si es posible, no permitas que sacuda la cabeza, de modo que el limpiador permanezca en el canal. 

1. Masajea suavemente justo la parte baja de la oreja, para que el limpiador se extienda por todo el canal auditivo y descienda hacia el tímpano.  

1. Ahora puedes dejarle que sacuda la cabeza.   

1. Utiliza el algodón para retirar suavemente el cerumen, la suciedad y el limpiador del interior del pabellón auditivo y de la parte superior del canal. No introduzcas nunca nada en el canal (incluidos los bastoncillos de algodón), ya que solo conseguirías empujar la suciedad hacia el interior del canal, hacia el tímpano, que es muy delicado.  

1. Haz algunos mimos a tu gato y dale otra golosina. La limpieza de los oídos no es una experiencia agradable para el animal, pero con tiempo y paciencia (y algunas golosinas) la llegará a tolerar muy bien.

¿Qué puedes usar para limpiar los oídos de tu gato?

En internet se pueden encontrar numerosas recetas de productos de preparación casera para limpiar los oídos, pero debe evitarse su uso: en el peor de los casos, serán muy irritantes y, en el mejor, ineficaces. La mejor opción es emplear un producto recomendado por el veterinario, que elimine el cerumen y la suciedad con eficacia, pero que no sea no abrasivo ni inflamatorio para las delicadas estructuras del oído.